Bloque 2: Textos folclóricos: EL HOMBRE DE PIEL DE OSO

EL HOMBRE DE PIEL DE OSO

Erase una vez hace muchos muchos años un chico llamado Hades, este chico era muy amable y siempre estaba dispuesto a todo.

Desgraciadamente, en el pueblo donde él vivía con sus padres, unos viejecitos que no tenían ya edad para trabajar, y que ya casi habían terminado con todos sus ahorros, no había trabajo para él, por eso un buen día decidió marcharse con mucha pena.

Hades les prometió a sus padres que si se marchaba, un día volvería al pueblo y viviría muy feliz sin pasar necesidades, por eso los viejecitos decidieron que era la mejor opción para el futuro de su hijo aunque ellos se quedaran solos.

Así fue como Hades hizo su maleta, una bolsa donde metió un trozo de pan y algo de agua para sobrevivir los primeros días. Antes de irse, su madre le llamó y le dio un colgante de un corazón de cristal, le dijo que lo guardara y cuando estuviera triste lo mirara para acordarse de ellos y de lo feliz que sería cuando volviera.

Hades entró en el bosque algo asustado pero bien estirado sin mostrar ni un poquito de miedo, porque él era un chico muy valiente y fuerte y sabia que podría encontrar un trabajo. Fue de pueblo en pueblo preguntando si hacía falta un chico como él en cualquier casa limpiando los caballos, o casa de comidas cocinando pero no conseguía encontrar nada de nada.

Ya no tenía ni comida ni agua, habían pasado muchos meses y ya estaba muy cansado de buscar asique decidió vivir en el bosque y comer lo poco que encontrara por allí, asique buscó un gran árbol y entre sus raíces se echó a dormir.

De repente Hades se despertó con un fuerte ruido y se puso en pie muy rápido sin darse cuenta de que se le había caído el corazón de cristal que su madre le regaló, se había partido en dos, y Hades lo cogió cuando de repente….escucho otro gran ruido, mientras se lo guardaba en el bolsillo vio un gran oso que se acercaba desde lejos, sin ningún miedo el joven cogió un palo y esperó al oso para defenderse pegándolo con el palo.

Para su sorpresa el oso cuando llegó a su lado abrió la boca y le dijo:

-         -  ¡Quieto! No pretendo hacerte ningún daño, me llamo Ezequiel y llevo un buen rato viéndote, no sé porque estas tan triste porque eres un chico joven fuerte y valiente, me lo has demostrado esperándome y no al salir corriendo al verme.

Ezequiel era un oso que le robaba todo el dinero a todo aquel que encontraba en el bosque, Hades muy confundido le contestó:

-        -   ¡Tú no sabes cómo me siento! ¿Qué quieres? ¡Yo no tengo dinero, déjame en paz!

A lo que Ezequiel contestó:

-         -  No quiero tu dinero eso no me sirve para nada, te propongo un trato, yo me quedaré con tu imagen durante 7 laaargos años, y mientras tanto tu tendrás que llevar una piel de oso como la mía durante ese tiempo, no te podrás cortar el pelo ni lavarte mientras la lleves, tampoco cortarte las uñas y tendrás que mudarte a un lugar nuevo cada semana, no podrás quedarte en tu casa ni en el bosque, pero hay algo bueno llevarás también un abrigo mágico del que podrás sacar siempre mucho dinero de sus bolsillos. A cambio te daré todo el dinero que puedas imaginar para que seas feliz toda la vida, pero ¡mucho cuidado! Como no puedas hacerlo yo te robaré tu imagen, tu fuerza y tu valentía para siempre y entonces nunca serás feliz. ¿Qué decides?

Hades pensativo contestó:

-        -   Me parece bien, yo puedo hacerlo.

Y por supuesto la primera semana Hades fue a su pueblo compró una casa con el dinero del abrigo y en ella guardó muchas monedas de oro, tantas que no nos las podemos ni imaginar, para vivir allí pasados  los 7 años.

Las siguientes semanas fue a muchos pueblos, ya que no podía quedarse en un mismo sitio, en esos pueblos la gente le había ayudado anteriormente dándole algo de comida y les dio dinero, mucho dinero, para que no fueran pobres nunca más y para darles las gracias por haber sido amables con él.

La gente cuando le veía se sorprendía por sus raras pintas de oso pero no les importaba porque él les ayudaba.

Pasados algunos años Hades comenzó a cansarse de ir de pueblo en pueblo y no poder ir a su casa.

Ya habían pasado 4 años y su pelo era larguísimo y despeinado, sus uñas estaban sucias y muy largas y la gente ya no quería que se acercara porque les daba miedo y no le creían cuando decía que era bueno y sólo quería ayudarles.

El joven Hades no tuvo otra opción que caminar y caminar, porque ya no le dejaban entrar ni siquiera en ningún sitio para dormir, debido a su imagen.

Una noche acabó durmiendo en un pajar abandonado donde nadie podía verle. A lo lejos medio dormido y con el corazón de cristal de su madre roto en dos trozos entre su manos escuchó algo, era un hombre llorando, no paraba y Hades pensó en ir para ver que le pasaba a ese hombre y si le podía ayudar en algo.

Al llegar el hombre se asustó mucho, pensó que era un ladrón o una mala persona, pero Hades le dijo que no se preocupara que sólo quería escucharle y ver si le podía ayudar, el hombre empezó a contarle: él se llamaba Armando y tenía dos hijas y un pequeño bar, donde todos trabajaban para ganar dinero y poder comer, Armando le contó también que su bar se había incendiado y que habían perdido todo.

En ese momento Hades pensó que podía ayudarles dándoles dinero para comprar otro bar y poder vivir mientras tanto, cuando Armando le escuchó se puso muy contento y quiso invitarle a cenar a su casa para agradecérselo, también le dijo que eligiera a una de sus hijas para casarse con ella. Asique Hades fue y al conocer a sus hijas: María y Ana. Ana era más mayor y enfadada al ver a Hades salió corriendo y dijo:

-          - ¡Yo no me caso con ese chico, me da asco!

María decidió ayudar a su hermana y como tenía un gran corazón dijo:

-        -   Yo lo haré, este chico nos ha ayudado y no debe ser tan malo entonces.

Así fue como comenzaron a hablar y se enamoraron.

Pero Hades tenía que irse o perdería el trato habían pasado 6 años y todavía quedaba uno más, por lo que decidió decirle a María que volvería a buscarla cuando terminara ese año y que para saber que era él le daría una de las mitades de su corazón de cristal.

La chica le dijo que le parecía bien y que le esperaría. Él se marchó y siguió sobreviviendo como pudo hasta que terminó el año.

Cuando pasó ese tiempo se despertó por la mañana y fue al bosque donde había encontrado al malvado oso, Y estaba esperándole muy enfadado por haber perdido.

Le dijo que no creía que lo iba a conseguir y que cogiera todo el dinero que quisiera y se fuera, no quería verle nunca más.

El joven Hades muy contento le dijo antes de irte devuélveme mi imagen, y por arte de magia ¡pum! El chico apareció limpio y reluciente, con  el pelo corto y guapísimo y se marcho de allí el un precioso caballo blanco con todo el dinero que había ganado.

Fue directamente a buscar a María y al llegar, Armando, su padre, le abrió la puerta y le preguntó si podía quedarse una noche allí ya que estaba de viaje y necesitaba descansar.

Armando le dijo que si, ya que era un buen hombre. Al entrar vio a María y sin decirla nada la enseñó la mitad del corazón de cristal, al comprobar que encajaban se dieron un gran beso mientras Ana su hermana lloraba por no haberse querido casar con él.

Los dos jóvenes se fueron al pueblo de Hades y vivieron muy felices cuidando para siempre.

                                                                                              FIN

JUSTICICACIÓN

-          La edad a la que va dirigido mi relato es de 4 años teniendo en cuenta las características evolutivas de esta edad. Aqui os dejo un enlace con las características evolutivas de un niño de 4 años:

http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/0400/449.asp

-          He omitido los datos religiosos de este cuento, en la adaptación el protagonista no pide nada a cambio de su ayuda, al contrario de en la versión original donde pide que recen dando gracias a dios.

-          He puesto  nombre a  los personajes principales. Ya que ayuda a seguir la historia y los hace más cercanos.

-          También he decidido omitir algunos datos como el cuchillo que coge el protagonista para matar al oso o el suicidio de la hermana al final del relato. Me parecen detalles que no son adecuados para la edad que estamos tratando.

-          He utilizado un lenguaje adaptado a la edad hacia la que va dirigido este cuento, me parece muy importante este aspecto ya que de no ser así puede que los niños se aburran al no entendernos y no captaremos su atención.

-          Creo que hay que tener en cuenta que estos cuentos están diseñados para ser contados y no leídos, por lo que hay que utilizar un tono adecuado poniendo énfasis en partes determinadas, alargando palabras, utilizando alguna onomatopeya y cambiando voces en los diálogos.

-          También es importante señalar que a la hora de contarlo es importante no enseñar imágenes del joven y del oso para que sea la imaginación de los niños la que sobrepase los límites y ellos visualicen a sus propios personajes.

-           No he querido cambiar mucho la historia original porque se perdería la esencia de los hermanos Grimm.

-          He decidido dejar oculta la moraleja ya que creo que estos cuentos deben contarse con el fin del entretenimiento, el disfrute y la diversión de los niños y no con el fin se transmitir enseñanzas o conocimientos. Aunque creo que esta moraleja debe existir y que los niños la interpreten en torno a su conocimientos y pensamientos.

-          He cambiado el Personaje de la cabra/ demonio porque puede causar miedo en los niños incluso puede llegar a hacer que rechacen el cuento por este motivo.

-          He cambiado el anillo por un corazón de cristal herencia de familia que tiene mucho significado para el joven para así hacer ver todo lo que le importa esa chica y que se rompe en dos pedazos que se separan mientras ellos están separados.

-          El oso a diferencia de la cabra no le pide su alma a cambio, le pide su imagen física, y sus características como persona (valentía, fuerza…).

-          He mantenido enseñanzas que existen a lo largo del cuento como las pruebas que tiene que ir pasando el protagonista para hacerse mayor,  que por muy mal que estemos siempre hay un lado positivo, una salida, algo por lo que luchar, y finalmente que la belleza está en el interior.